La Basílica de Valencia es un templo dedicado a la Patrona de la ciudad, la Virgen de los Desamparados, y constituye el principal edificio religioso construido en València durante el siglo XVII. Al mismo tiempo, se trata de la primera obra barroca de nueva planta.
Levantada entre 1652 y 1667 por Diego Martínez Ponce de Urrana, cuenta con tres peculiaridades. Es la única iglesia del casco histórico que no se levanta sobre antiguas parroquias o conventos, fue obra nueva.

La segunda es que la cúpula no se sitúa en el centro, sino que se halla desplazada. De esta manera se aproxima a la Catedral, contigua. Por último, hay que destacar la presencia de camarín, elemento altamente significativo del barroco y uno de los primeros que se conocen en España. A éste se accede por una escalera, dedicándose su espacio a la adoración de la imagen de la Virgen.
La Basílica de Valencia alberga en su propio edificio el museo dedicado a la Patrona de València (Museo Mariano). La exposición cuenta con una selección variada de obras de grandes maestros y objetos que abarcan diferentes disciplinas: pintura, escultura, grabado, cerámica, textil, esmalte, orfebrería, dibujo, mobiliario, ofrendas devocionales, documentos fundacionales y conmemorativos. Su nombre oficial es Real Basílica de la Virgen de los Desamparados.
