El más antiguo de los espacios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias: l’Hemisfèric, se ha convertido en el ojo de Valencia. Su icónica cubierta ovoide de más de 100 metros de longitud simboliza el ojo de la sabiduría, la mirada que los visitantes descubren a través de las proyecciones audiovisuales que se realizan en su espectacular sala en forma de esfera, la más grande de España.
Construido sobre una estructura de hormigón armado y cerrado por una cubierta metálica formada por pantallas de 90 metros, el edificio ocupa 14.000 metros cuadrados y emerge del centro del estanque rectangular de 24.0000 m2 que lo rodea. Este espacio tecnológico y educativo, es capaz de albergar a 1.000 personas en una misma visita. En su pantalla cóncava de 900 m2 se puede presenciar cine en gran formato IMAX, cine digital en 3D y proyecciones digitales.
El Domo o cúpula esférica semeja la pupila del ojo; las bóvedas tóricas representan los párpados y las cancelas acristaladas ejercen de pestañas. El edificio está formado por una combinación de estructuras fijas y móviles que cubren la semiesfera dispuesta en el centro y que alberga la sala de proyecciones. La esfera queda visible al abrirse las estructuras móviles.
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El hormigón armado es fundamental en el edificio, tanto por el volumen empleado (14.000 metros cúbicos), como por su valor constructivo y estético. Cimentación, muros de contención, losas horizontales o graderíos se realizaron con este material, tratado y diseñado en blanco para los espacios visibles.
Cuatro kilómetros de visión
Por contraste, la lámina se ha resuelto con acero, aluminio y vidrio, tres elementos ligeros. Además, para el revestimiento se utilizaron pavimentos de granito con diferentes formas y tratamientos, carpintería de acero inoxidable y el valenciano trencadís en la bóveda y los estanques, materiales que permiten el equilibrio entre las superficies de hormigón y el uso del edificio.
Por su ubicación y construcción, la percepción visual de l’Hemisfèric supera los cuatro kilómetros de profundidad, dimensión insólita en Valencia. L’Hemisfèric es la ventana por la que el visitante se asoma a la ciencia. El ojo de Valencia, que mira el mundo