Los voluntarios de la empresa Correos, se han convertido en un servicio público solidario imprescindible para la iniciativa #Food4heroes.
Conchi Escudero, miembro de ese grupo de trabajadores de la entidad que ha participado en la iniciativa, resume sus sensaciones: “hemos sentido la satisfacción de los locales que han aportado su trabajo en esta crisis, no sólo con comida, también con cartas, poesías o mensajes; pero también la felicidad de los sanitarios por la respuesta social ante su incertidumbre. Gratitud es la palabra que define su reacción”.
#Food4heroes ha servido también para cohesionar a los empleados de Correos, ya que las entregas surgen a diario de manera imprevista, en función de las necesidades y solicitudes de los hospitales. “Siempre había más de un voluntario dispuesto a hacer llegar la comida, pero nos hemos organizado para que se acercase la Unidad de Reparto más próxima para evitar kilómetros innecesarios”, explica Conchi.
![Entrega Correos](https://vivevalencia.net/wp-content/uploads/2020/05/Correos1-150x150.jpg)
Aún así “hemos realizado el reparto en días de libranza. Cualquier día, en cualquier momento. Estábamos en casa, nos vestíamos con el uniforme, íbamos a la oficina para recoger el vehículo y después a realizar la entrega. Y cada día nuestro grupo de whatsapp crecía por la implicación del personal”, subraya para ensalzar el compromiso de los más de veinte compañeros de Castellón, Almansa o Valencia.
Hospitales públicos y privados
La Fe, Doctor Peset, Clínica Quirón, Hospital IMED Valencia o Clínica Eresa han sido alguno de los centros a los que Correos ha entregado raciones para el personal sanitario, convirtiéndose en la pieza fundamental del engranaje de #Food4heroes, el eslabón entre comercios y sanitarios. “Ha sido todo muy emocional”, reconoce Conchi.
En efecto, para muchos locales -en su mayoría pequeños negocios- la aportación de Correos como empresa logística de reparto ha constituido una auténtica salvación, ya que les ha permitido centrar todos sus esfuerzos en preparar mayores cantidades de comida y olvidarse del reparto, proceso para el que la mayoría no tenía las condiciones adecuadas.
Kilómetros y entregas de un servicio público, que se ha revelado como solidario y esencial